lunes, 14 de noviembre de 2011

UN PUEBLO QUE DUELE

IRALA: UN PUEBLO QUE DUELE

El dolor es el mas trágico protagonista de esta historia. La política le dio el maldito lugar de privilegio negándole todo clase de amnistía.
Irala es un pueblo que queda tan cerca que estas ahi con solo sentirlo. Geográficamente me explican que pertenece al partido de Bragado, pero, te juro que conocer esta historia hace que lo sientas dentro tuyo.


Llevan 20 años esperando un Médico. El ícono de la canción argentina decía que ¨veinte años no es nada¨. Claro esta que en ese caso lejos estábamos de que abunden las coincidencias entre a la historia de Gardel y la de un puñado de familias que quedaron sepultadas por los papeles de la burocracia. Sepulcro nunca deseado, pero, al que muchos fueron confinados cual el peor de los destierros.


La imagen de una madre corriendo desesperada con su hijo en brazos tratando de virlar a la muerte y, así, cambiar el peor de los destinos...duele. Duele hasta decir Basta! y, un poquito mas también.


Y allí están los que habitan Irala luchando contra los hombres sombras para que el alma les pese mas que la billetera. Y la noche sigue al día y el médico que no esta. Peleados con el mas estúpido racionalismo que busca las causas en momentos de urgencia se ponen de pie y, con el poder de las palabras, construyen la lucha del pueblo.


Desde la Capital todo se diluye entre vorágines que nos llevan desde el punto de partida al mismo punto de partida. Paradójas que esconden los vocablos...los de capital muchas veces necesitamos de este término para ejemplificar que tan ajenos estamos a todo lo que nos rodea. Los pecados, la peor de las muertes, el conjunto de bienes que posee una persona, un interés bancario, la población principal de un país...todo eso es CAPITAL y todo se pierde entre libros que no habitan seres sino palabras vacías de almas.


Los carceleros insisten en validar su ley: ¨No estar en el centro de todo es no estar, no ser¨; gritan buscando la entrega total de los que alientan el sueño del cambio. Error tan grave para aquellos que escapamos de las dagas del sistema que fotocopia egoísmos y mediocridades.


Si puedo compartir el dolor de los que no estrecho en un abrazo, de los que no me llaman para mi cumpleaños, ni conocen mi rostro estaré mas cerca de salir de las sombras citadinas.


Las luchas que nacen entre lágrimas son lentas, pero, tienen la firmeza del sufrimiento que golpea una y otra vez. Si nos unimos todos IRALA tendrá a su médico y nosotros nos habremos curado de la peor de las enfermedades: el desinterés del hombre por el hombre.

No hay comentarios: