sábado, 19 de noviembre de 2011

LA INDIFERENCIA MATA!


LA INDIFERENCIA MATA

Solo el hombre puedo odiar tanto al hombre. Esa verdad la compruebo cada vez que leo los diarios.

Dónde habrá quedado la filosófica preocupación sobre las virtudes humanas? Seguramente se hallan  sepultadas debajo de un manual cuyo título resume la maldita realidad: MANUAL DE AUTOAYUDA PARA SOBREVIVIR EN LA JUNGLA .

La larga lista de asesinos no termina y sus víctimas lloran por justicia. Desangran ante la indiferencia de una sociedad espasmódica que sufre cada tragedia en un plazo no mayor a  24 horas. Esta escrito con la peor tinta arrancada de nuestras miserias en el inconsciente colectivo el lapidario ¨A MI NO ME TOCO¨ y, como no soy el protagonista de la sección Policial bien puedo irme a soportar tanto dolor a las Secciones de Modas o Chistes.

La compasión que guiaba el alma hacia lo mejor del endiosado mundo de las virtudes combatió con la Autoyuda y los vocablos se embriagaron  en el bar del olvido. El YO le ganó la pulseada al El y, lo peor, es que el que mas perdió fue el NOSOTROS.

Candela Rodriguez quedó en los archivos de un noticiero que nadie ve. Tomás Santillán espera que la violencia hacia otro inocente le quite el maldito y voraz protagonismo mediático, mientras, la justicia balancea como puede y su venda le provoca la peor de las  cegueras de tanto deformar su objetivo.

De la nave del Olvido nos bajamos los locos que creemos que el cambio es posible, pero, que las vidrieras de los shoppings tientan mas que el colectivo que nos lleva a gritar nuestro dolor a una Plaza de Mayo vacía (hasta el próximo ¨corralito¨).

Cuánto dolor puede provocar el hombre? Cuánto dolor puede soportar el hombre? El alma pide justicia y no siempre espera a que la imparta una  institución. Las lágrimas hacen naufragar las creencias de que las sentencias del hombre alcanzan para juzgar al hombre. Y en ese círculo del infierno con un demonio marcado por todos como el director de la orquesta infernal estamos  tratando de encontrar la salida.

Las víctimas no mueren una sola vez y eso duele cada vez mas. Todos construimos el mejor socio de un asesino: la Indiferencia. Cuántas veces se habrá escapado de nuestra boca el rótulo: ¨MATALO CON LA INDIFERENCIA¨. Fijate que claro tenemos todos que la INDIFERENCIA MATA y, sin embargo, no hacemos nada.

Creemos que nos interesa lo que no nos interesa. Sostenemos discursos que se terminan con la primera estupidez que aleja la cabeza de la realidad. Nos compramos éticas que desprecia hasta el mas indigente filósofo. Oramos en enormes plegarias que se terminan no con un ¨Amén¨,  sino, con un ¨me tengo que ir¨. Hablamos de una empatía que nace del egoísmo de mirarnos en nuestro espejo. Mentirosos de verdades que suenan bien dichas. Hipócritas escondidos entre las almas de los que lloran el dolor ajeno.

Así son muchos, hasta que entiendan que no hay que esperar hasta el 12/12/2012 para la llegada del Apolipsis. El hombre asesina la vida en cada inocente que mata. Ese el Apolipsis diario que negamos.

El novelista ruso, Fiodor Dostoievski, dijo que ¨ El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor¨. Soñemos con cambiar al hombre para mejorar al hombre y, así, el dolor habrá servido para algo mas que transformarlo en el maldito sufrimiento.


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